La Barcelona de José Agustín Goytisolo: “Cercada por la vida”
Si hi ha una data assenyalada en la biografia dels germans Goytisolo és la del 17 de març de 1938. La família va passar bona part de la guerra civil a Viladrau, fugint de les dures condicions de vida a la ciutat, però la mare, Júlia Gay, baixava sovint a Barcelona a veure els avis. Aquell dia precisament feia tres anys el més petit dels germans, Luis, de manera que la mare va aprofitar la visita per comprar regals al carrer Pelai.
Miquel Dalmau explica que segurament devia d’aturar-se a fer un cafè prop de la Gran Via, i que, quan va escoltar les sirenes que alertaven d’un bombardeig ja no devia tenir temps d’apropar-se als refugis habilitats a la Plaça Catalunya. Però la suma de coincidències fatals no va acabar aquí. A les bombes italianes havia d’afegir-s’hi una altre perill: un comboi de l’exèrcit carregat d’explosius travessava imprudentment el centre de la ciutat. Un dels camions va ser tocat per un projectil just a l’alçada del cinema Coliseum. Així reprodueix Dalmau la seqüència dels fets:
A la altura de del hotel Ritz, el soldado Juan P. oyó una atronadora explosión a su espalda. Miró por el retrovisor y pudo ver una gigantesca nube de humo ante el cine Coliseum. En un segundo, todo aquel tramo de la Gran Vía —desde la calle Balmes hasta el Paseo de Gracia— fue borrado del mapa. La onda expansiva arrojó a Julia Gay varios metros a la derecha, y cayó frente al actual cine Comedia. Aún tuvo tiempo de ponerse en pie y caminar con la mente en blanco hacia una Diagonal demasiado lejana, donde la esperaban sus padres. Tras recorrer apenas veinte pasos, entró tambaleándose en el portal del 17 de Paseo de Gracia. Años después, la portera recordaba la escena: la horrenda explosión que hizo saltar todos los cristales y la aparición de una señora que se refugió en el portal. Al acercarse en su ayuda le pareció que no estaba herida. Pero la señora se apoyó en la pared sin decir palabra, comenzó a llorar y fue resbalando lentamente hasta quedar en el suelo. El reloj de la cercana Unión Suiza Relojera se detuvo a las dos menos cinco de la tarde. [Los Goytisolo, p. 114]
Avui s’aixeca un momument a les víctimes al lloc on va caure la bomba. L’absència de la mare serà present al llarg de l’obra dels germans, de vegades com una ombra, d’altres de manera explícita. Com explica Juan Goytisolo a Coto vedado, el primer dels seus llibres de memòries:
La desconocida que desaparecería de golpe de mi vida, lo hizo de forma discreta, lejos de nosotros, como para amortiguar con delicadeza el efecto que inevitablemente ocasionaría su marcha, pero adensando al mismo tiempo la oscuridad que en lo futuro la envolvería y haría de ella una extraña: objeto de cábalas y conjeturas, explicaciones incompletas, hipótesis dudosas, indemostrables. [Memorias, p. 72]
El 1993 José Agustín aplegaria a Elegías a Julia Gay els poemes relacionats amb la mare, sobretot els inclosos als poemaris El retorno (1955) i Final de un adiós (1984). D’aquest segon us proposem “El mar quedaba lejos”, on el poeta recorda el seu descobriment de la ciutat de la mà de la mare, i “Cercada por la vida”, un dels seus poemes més coneguts.
El mar quedaba lejos
Conocí esta ciudad me habitué a ella
paseando contigo. Me gustaba
la escalera mecánica del metro
y también recorrer
sus tiendas y almacenes.
Era un mundo de luz
lleno de escaparates y puestos de periódicos
horchaterías taxis amarillos
avenidas que nunca terminaban
gente con prisa y niños
mayores como yo. El mar
quedaba lejos entre pájaros.
Un día
—aún recuerdo el aroma—
todo era fiesta y te compré una flor.
(Final de un adiós, 1984)
Cercada por la vida
Donde tú no estuvieras
como en este recinto, cercada por la vida
en cualquier paradero conocido o distante
leería tu nombre.
Aquí cuando empezaste a vivir para el mármol
cuando se abrió a la sombra
tu cuerpo desgarrado
pusieron una fecha: diecisiete de marzo.
Y suspiraron tranquilos, y rezaron por ti.
Te concluyeron.
Alrededor de ti de lo que fuiste,
en pozos similares, y en funestos estantes,
otros –sal o ceniza– contornean tus límites.
Lo miro todo, lo palpo todo:
hierros urnas altares,
una antigua vasija retratos carcomidos
por la lluvia
citas sagradas nombres,
anillos de latón sucias coronas horribles
poesías…
Quiero ser familiar con todo esto.
Pero tu nombre sigue aquí
tu ausencia y tu recuerdo
siguen aquí.
¡Aquí!
Donde tú no estarías,
si una hermosa mañana con música de flores,
los dioses no te hubieran olvidado.
(El retorno, 1956-1986)
Al mapa següent trobareu els espais que apareixen a l’itinerari:
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