Yo fui Johnny Thunders: Etapa 4
Des del carrer Varsòvia, anem a la plaça Catalana, on viu una ex-novia de Francis i on s’acaba la novel·la.
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Como suele ser habitual, Francis va mal abrigado y el invierno se ha recrudecido. Baja por Verge de Montserrat y llega hasta plaza Catalana, donde cada sábado y domingo a las cinco de la tarde esperaba a Liz. Coge Mascaró y se deja caer por la cuesta. El barrio está lleno de fantasmas, amigos que saben quién eres, que conservan como hologramas sus escenas favoritas aunque haya querido olvidarlas.
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Allí frente al quiosco donde Manolo se dejaba robar sobres de cromos y donde Juan Antonio y él compraron el especial del Popular1 de la muerte de Lennon. Allí donde esperaba que llegará Liz a las cinco en punto, con el pelo aún mojado y esa sonrisa recién colgada nada más verle. Allí donde quedaba con Spike y el resto de la banda. Allí, donde de chavales, quedaban para ir hasta los campos de fútbol al lado de la parroquia. Allí. Ha de ser allí.
A esa hora la plaza Catalana está desierta. En el suelo, restos del pan duro que las viejas desmenuzan para las palomas. Francis llora cuando cruza la calzada y pisa el cemento de la plaza. El agua que manaba del monolito central, feo, de piedra, inmutable, siempre fue fresca, buena. Hoy le tienta probarla pero no lo hace.
PLAÇA CATALANA
La Plaça Catalana era antigament anomenada de la Font Catalana. Va ser construïda en paral·lel a la plaça Castellana, situada a l’avinguda Mare de Déu de Montserrat. Una mina alimentava la font que hi ha al centre. L’any 1907 unes fortes pluges causaren un esllavissament de terra que tapà la mina. Al final la font s’alimentà amb aigua corrent. Després de la guerra les lletres que encapçalen la font foren trencades, amb el desig d’esborrar tot allò que sonés català.
Font: http://www.bcn.cat/horta-guinardo/rutes/ruteshistoriques
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